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El deporte y el estigma del VIH

  • Foto del escritor: educasex2018
    educasex2018
  • 10 ene 2019
  • 2 Min. de lectura

El miedo al rechazo y el desconocimiento general, han propiciado que sean muy pocos los deportistas que hayan reconocido padecer el VIH.


Si la sociedad en general no ha conseguido grandes avances en lo que respecta a la lucha contra la estigmatización del VIH, en el mundo deporte esta conducta se eleva a niveles muy superiores.


La organización CESIDA, que trabaja en la prevención de la enfermedad, indica que el factor fundamental del silencio que rodea al deporte en torno al VIH es el desconocimiento. La ignorancia sobre la transmisión de este, es uno de los motivos por los que sólo un número reducido de deportistas de élite hayan reconocido a ojos de la opinión pública ser seropositivos.


Uno de los deportistas más destacados en pronunciarse al respecto y que asumió su estado frente a la prensa, fue Magic Johnson, el famoso jugador de baloncesto estadounidense, exjugador de los Los Angeles Lakers y medallista olímpico que siendo jugador en activo, comunicó en 1991 que padecía SIDA. Johnson es considerado uno de los mejores jugadores de la historia de este deporte, y una de las celebridades más involucradas en la lucha contra la estigmatización y la prevención del VIH.


Otro medallista olímpico de los EEUU, el saltador Greg Louganis, considerado uno de los mejores de todos los tiempos en su modalidad, declaraba ser portador del VIH en 1994, unos años después de su retirada. Algunos sus sponsors retiraron el patrocinio del jugador, a excecpción de la marca de trajes de baño, Speedo, que siguió contando con los servicios de Louganis.


El tenista Arthur Ashe, campeón de Wimbledon, dio a conocer públicamente en 1988 que adquirió VIH en una transfusión de sangre que le realizaron durante una operación en el corazón. Tras la declaración, el tenista inició una campaña para recolectar fondos para la lucha contra la enfermedad y cuestionó las políticas gubernamentales por la falta de fondos para la investigación. Ashe murió en 1993 a causa de una neumonía.

En el deporte rey, el caso del futbolista brasileño Eduardo Esidio es el de más notoriedad. A pesar de que no fue un jugador muy mediático –participó en la liga brasileña y peruana-, su nombre copó algunas portadas cuando en 1998 se le diagnosticó la enfermedad.

Magic Johnson, Greg Louganis

Arthur Ashe, Eduardo Esidio


En líneas general, resulta llamativa la escasa información y las pocas personalidades del deporte que se han pronunciado al respecto. Algo que demuestra que aún queda mucho camino por recorrer y que la estigmatización en el deporte en torno al VIH es una cruda realidad a la que parece que pocos consiguen hacer frente.

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