Cambiar las cosas
- educasex2018
- 20 nov 2018
- 2 Min. de lectura
Los estudiantes de Periodismo de la Universidad Autónoma de Barcelona
asistieron a una de las jornadas más interesantes de la carrera. Las periodistas
Rosa Maria Calaf y Lucia Mbomio explicaron su experiencia como profesionales de
la comunicación e hicieron reflexiones sobre ser periodista y mujer.
La discriminación de género está en todos lados. Está en las aulas, en los
supermercados, en las comisarías y en el periodismo. Cuando una mujer decide
emprender un viaje, sea por trabajo o por ocio, siempre hay personas que le hacen
la pregunta típica: ¿te vas a ir sola? Habría que cuestionarnos si los hombres han
tenido que contestarla siempre que se han ido de viaje. Lucía Mbomio ha visitado
38 países en su vida y da un consejo a todas aquellas mujeres periodistas que
tengan miedo a viajar solas. Que no lo duden ni un segundo. Es normal que las
cosas nuevas produzcan miedo, pero hay que prepararse para todo y tener
curiosidad para contar lo que pasa en el mundo. El punto de partida es atreverte a
hacerlo y sobre todo a atreverte a desdecirte. Dejar de lado los prejuicios.
Esta periodista ha trabajado, entre otras cosas, en el programa “Españoles por el
mundo” y hace una confesión que deja impactados a los alumnos: cuando hacía
una entrevista, la persona entrevistada tendía a dirigirse al cámara (que era un
hombre) en vez de a ella, pese que era Lucía quien hacía la entrevista, era con ella
con quién había quedado por teléfono y era ella quien le hacía las preguntas.
Estos hechos se esconden tras la excusa de que es algo cultural y la cultura hay
que respetarla. Pero y, ¿quién respeta los derechos de las mujeres? Las
periodistas que aparecen en los medios son juzgadas por su aspecto físico y no
por el trabajo que hacen, ¿por qué se habla del aspecto físico de una periodista y
no de aquello que está contando mientras hace un stand up?
Rosa María Calaf ha viajado por todo el mundo, literalmente. Solo le quedan 13
países por visitar. “Viajando solo es cuando nunca estás solo”, dice Calaf. Lo más
importante para las periodistas es tener la posibilidad de que haya muchísima
gente en el mundo que te permita compartir su vida. Hay que insistir en la idea que
efectivamente ser mujer y ser periodista tiene dificultades, pero se pueden
combatir y los medios son una herramienta muy poderosa para ello. Todas las
noticias deberían ser transversales, deberían aparecer fuentes que puedan dar
otros puntos de vista para visibilizar el problema, en este caso de género. Si no se
visibiliza no existe.
Estas dos mujeres y periodistas se han encontrado a lo largo de su carrera
profesional con discriminaciones por el simple hecho de ser mujer. A veces han
sido ignoradas, otras sexualizadas, y otras veces han desmerecido su trabajo.
Pero ellas han conseguido llegar a lo más alto, han contado historias, que al fin y al
cabo es lo esencial del periodismo.
La sociedad tiene que cambiar para valorar a la mujer por lo que hace. En el
periodismo de viajes, no importa si la mujer viaja sola o acompañada, lo que se
debe tener en cuenta es todo aquello que consigue durante el viaje, las historias
contadas y todas aquellas personas a las que se les da voz.
Natalia Guerrero
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