El VIH y su vertiente psicológica

El VIH, al ser una enfermedad grave genera a las personas que la padecen “una serie de factores que toda intervención psicológica debe atender de manera inexcusable”, afirma la Asociación Apoyo Positivo. Pero a parte de estos factores, hay que tener en cuenta que el VIH carga con una fuerte estigmatización social, cosa que también repercute en la salud mental de los infectados.

La salud mental se refiere al bienestar general de una persona, incluyendo el estado de ánimo, las emociones y su comportamiento. Según el Instituto Nacional de la Salud Mental (NIMH) “las personas con VIH tienen las tasas más altas de problemas de salud mental que el público en general.” Por este motivo, desde Educasex hemos entrevistado a la psicóloga Helena Àngel, quien ha tratado tanto a jóvenes con VIH como gente preocupada por la enfermedad. “En el ámbito psicológico, han acudido a mi consulta dos tipos de personas que pueden estar en contacto o infectarse del VIH. Los primeros son hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres y el otro tipo de población con el que he dado son jóvenes que tienen conductas sexuales de riesgo con trabajadoras sexuales. Muchas veces están sensibilizados y utilizan preservativo pero hay casos en los que no. El objetivo principal de la intervención es ayudarlos a afrontar la situación, a través del control de las alteraciones emocionales.” Àngel explica que a raíz del diagnóstico del VIH es fácil que el individuo pueda tener problemas más graves o agudos como depresión; ansiedad; dificultades laborales o sociales, debidas a los problemas de salud; discriminación o aislamiento social, entre otros. “Acudir a un psicólogo les permite llevar su condición de manera más sana y se mantienen activos, en el sentido de aceptar que el VIH forma parte de su vida.”

Cuanto a la estigmatización que padecen los infectados, es una realidad que Helena Àngel también ha encontrado presente en sus pacientes. “Lo que pasa es que mucha gente piensa que los infectados tienen una serie de características y físicamente no cambian nada.” Recalca la necesidad de visibilizar y concienciar sobre esta enfermedad a nivel social, tanto para generar aceptación hacia los que la padecen como para su detección. “Si se detecta se puede tratar y al menos esa persona sabe si es seropositiva y deberá actuar según lo que le aconsejen los médicos. Mucha gente no acude a hacerse la prueba por miedo a tener VIH pero el silencio no les ayuda.” De hecho, en el último congreso sobre sexologia en Barcelona, los miembros de la organización SIDASTUDI y los doctores del Hospital Clínic, quienes investigaban su tratamiento, explicaron que en la app para establecer relaciones, Grindr (para hombres homosexuales y bisexuales), es posible poner en el perfil si eres seropositivo o indetectable. Iniciativas como esta, ayudan a romper el silencio sobre el VIH poco a poco.

Así pues, desde el área de la psicología hace falta, por un lado, educar a los jóvenes y adolescentes para prevenir la enfermedad o detectarla y tratarla a tiempo. De este modo, si resulta que tienen VIH y lo tratan a tiempo, tendrán menos posibilidades de padecer otros problemas mentales, a raíz de la enfermedad. Por otro lado, llevar a cabo iniciativas que pongan foco sobre el VIH ayuda a normalizar y a reducir la exclusión social que pueden sufrir los infectados. Esto, les acaba ayudando a llevar su enfermedad de forma más sana.